Caminaba con Kaede e Iris en busca de un "bar" o algo donde pudieran tomar algo. En realidad, quería informarme más sobre este mundo tan peculiar. Aquí todos eran débiles y nacían sin poderes ni nada por el estilo. Además, las armas estaban prohibidas, aunque me guardara algunas en casa. Siempre blancas. No me atraían especialmente las de fuego.
Llegamos a un edificio alto, lejos de la urbe, donde se podía respirar aire menos contaminado.
-Aquí os sirve?-Me giré. Ellas venían detrás.